Ana
Ana era una importante abogada. Trabajaba en un famoso bufete. Tenía un futuro brillante a su alcance. Ahora Ana es una abogada gris, enganchada a las pastillas y al alcohol y que languidece en un anodino bufete dedicado a solucionar las multas de tráfico de todo mal conductor. Suficiente para comer.
Un día recibe una llamada de su hermano Ale con el que lleva sin hablar años. Está en un fuerte aprieto y necesita un abogado. Ha matado a una persona y tiene que ayudarle. Ana no acaba de ver la importancia de esta llamada, en su mundo gris decorado de pastillas y regado con alcohol no hay sitio para nada nuevo. Finalmente va al calabozo a tener un encuentro con su hermano donde le explica que ha matado a golpes al director del casino Gran Castilla de Robredo. Pocas horas después Ana recibe otra llamada que le comunica que su hermano se ha suicidado en la celda.
Así comienza una trama brillante en la que Ana, mujer que cae en el fango una y otra vez pero que se levanta una y otra vez más, dirige este thriller legal en que se enfrentará a los grandes señores del juego defendido por un bufete enorme y famoso. Ana se ha establecido en su casa, junto a otros cuatro compañeros de Promultas (el sitio en el que trabajaba) para hacerle frente a ese gigante del juego y a sus perros de presa encarnado por un prestigioso e internacional bufete y a los que acusa, entre otras cosas, de inducción al suicidio de su hermano. No será poco contra lo que tenga que luchar esta mujer fuerte para conseguir una condena ejemplarizante contra el juego en España, pero la pobre se verá inmersa en más de una ocasión en una vorágine de acontecimientos que la arrastrará e incluso llegará a enterrarla.
La trama, una vez comienzas la novela, parece estar clara pero no es así ya que va evolucionando y haciéndose cada vez más grande, enfrentándose nuestra protagonista a numerosas subtramas que también mantienen enganchado al lector. En ocasiones da la sensación de que el autor o la protagonista, no van a poder sacar adelante el lío en que se están metiendo pero, Roberto Santiago sale perfectamente bien de esos hilos argumentales que tiene su novela y, Ana, con sudor y palos, también.
Ana es el claro ejemplo de mujer luchadora y fuerte, que, cual Ave Fénix se levanta una y otra vez. Tiene la extraña cualidad de meter la pata continuamente con los hombres de los que se enamora, con los compañeros que elige, en los juicios que le tocan en suerte. No obstante seguirá luchando porque Ana, es la novela que nos narra la historia de David y Goliat en el S.XXI llevando a cabo una lucha encarnizada contra el juego legal en España (lucha que al lector hace pensar y mucho) y contra el maltrato de género. Ana es el personaje principal de esta novela, la acompañaran otros muchos pero ella lleva la gran carga. Una mujer con la que, cuando piensas que estas empatizando, te mete una patada moral y la comienzas a repudiar. Un personaje complejo que carga con toda la fuerza de la novela. Controvertida, amada, odiada, seria, depresiva, soberbia, irritante, adicta (a muchas cosas), así es Ana, un personaje que amaremos en la misma medida que odiaremos.
Roberto Santiago muestra un gran conocimiento del tema de las apuestas. Ha debido documentarse mucho y no quiero pensar cómo. Son escalofriantes las escenas de timbas, casinos o mea culpas. Es un mundo sórdido que, aún siendo legal, tiene muchos claroscuros que habría que mirar.
Ana es una novela fabulosa de la que no sé qué decir porque creo que nada será suficiente. Casi 900 páginas que se leen en menos que canta un gallo. Una historia adictiva como su propia protagonista. Un ritmo fluido, a pesar del largo proceso judicial que encierra, una tensión continua en cada una de sus paginas. Sufres por todo y por todos. Una novela potente con una fuerte carga de denuncia social que mantiene al lector pegado a sus páginas desde el principio.
Un thriller judicial simplemente fantástico.
FICHA TÉCNICA
Título: | Ana |
Autor: | Roberto Santiago |
Editorial: | Planeta |
Páginas: | 864 |
Año de edición: | 02/2017 |
Precio: | 21,90€ Cartoné / 12,99€ eBook |
ISBN: | 978-84-08-16658-0 |
Roberto Santiago
1968, Madrid, España
Es el creador de la colección juvenil Los Futbolísimos, un fenómeno literario que ha vendido más de cinco millones de ejemplares en una veintena de países y ha sido adaptada al cine. Ha publicado varias sagas de misterio y aventuras que han sido distinguidas por sus valores para los lectores más jóvenes, entre ellas, Los Once, Las Princesas Rebeldes o Los Gamers Piratas. Por el conjunto de su obra literaria infantil y juvenil ha recibido el Premio Cervantes Chico. Recibió una nominación al Goya al mejor guion adaptado por El penalti más largo del mundo. Ha obtenido diversos premios teatrales, como el Enrique Llovet o el Premio Telón, por sus obras originales (El lunar de Lady Chatterley o Share 38). Su primera novela negra, Ana, se ha traducido a varios idiomas y también se ha convertido en la serie de televisión Ana Tramel, estrenada en TVE y en Netflix. La rebelión de los buenos es su segunda novela para adultos.
Fuente de la imagen de Roberto Santiago: planetadelibros.com © Álvaro Serrano Sierra
Me ha encantado! es un libro largo pero merece la pena, Ana es uno de esos personajes que dejan huella.
Es una novela que me apetece leer mucho. Hace tiempo que no leo una de corte judicial. Besos.
Le tengo muchas ganas, pero creo que la dejaré para vacaciones.
Un beso 😉
Me lo pasé genial con esta novela.
Un beso
Me ha encantado también leer esta novela.
Bs.
Lo tengo en casa pendiente. Creo que será mi próxima lectura
Cuánto entusiasmo con esta novela! Empiezo a tener miedo, porque las expectativas suben y suben…
Besotes!!!
La verdad es que como novela judicial es de lo mejor que he leído en años. Y luego está la protagonista, que es espectacular en todos los sentidos y como muy bien apuntas.
Por cierto, ¿sabes que hemos coincidido en considerar el «caso» como un David Vs Goliat? Me ha encantado verlo.
Un beso y gracias por esta magnífica reseña.
Efectivamente.
Está claro que la tengo que leer, vuestras reseñas son fantásticas. Me gusta lo que cuentas, y como lo cuentas.
Besos