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Entrevista a Vic Echegoyen

Entrevista a Vic Echegoyen

Vic Echegoyen, madrileña con raices manchegas, sobrina nieta de Sandor Marai y que vive a caballo entre varias capitales europeas para ejercer su trabajo como traductora, se acerca hoy a este blog para hablarnos de ella, de sus últimos diez años y de su futuro. Con una grandísima novela publicada El lirio de fuego, lleva tiempo sin publicar algo nuevo, ¿será el momento? A ver qué nos dice.


Querida Vic, lo primero es darte las gracias por aceptar esta entrevista con motivo del 10º aniversario del blog. Y lo segundo, agradecerte públicamente toda la ayuda que me brindaste el pasado año y todos los ánimos que me diste. Nunca los podré olvidar. En forma de pequeño pago te invito a que contestes a esta pequeña entrevista para celebrar el 10º Aniversario del blog.

Soy yo quien quiere darte las gracias por tu apoyo cuando fui una debutante total, y tu interés al haberte ofrecido espontáneamente a leer, reseñar y sortear mi primera novela histórica. Ese respaldo y tu seguimiento significan muchísimo para los autores noveles que, de otro modo, no podrían darse a conocer, sobre todo si viven lejos de España y no tienen colegas, amigos ni gente en los medios informativos ni las redes sociales que los “apadrinen”.

¿Dónde estabas hace 10 años?

Ya llevaba quince años viviendo en Hungría con mi familia, trabajando en Viena para organizaciones internacionales; ese año empecé también a trabajar como intérprete para la Unión Europea en Bruselas. Allí descubrí que había otros colegas españoles y de otros países que también se dedicaban a escribir, y que ya habían publicado varios libros.

¿Ha cambiado mucho tu vida en este tiempo?

Sí, y aunque no creía que fuera posible mejorar todavía más, así fue: añadí más idiomas de trabajo, me convertí en pintora e ilustradora profesional, encontré un agente perseverante y fiel con Meucci Agency y publiqué la novela histórica “El lirio de fuego” en España (Ediciones B) y en Italia (Sonzogno), y autopubliqué una sátira macabra “indie”.

¿Has seguido escribiendo en este período?

Sin duda; dejé de escribir, pintar y cantar durante casi 5 años, cuando tuve que ayudar a cuidar en casa a mi abuela nonagenaria durante 5 años y eso me ocupó todo mi tiempo libre (mereció la pena, porque fue duro pero emocionante acompañar en la última etapa de su vida a la persona que me enseñó a pintar, y tantas cosas más), pero luego lo retomé con más seriedad que antes, y con muchísimos proyectos nuevos, porque fue una fase de maduración forzosa pero necesaria que me enriqueció mucho.

¿Has conseguido alguno de tus sueños?

Sí, gracias a Dios, al respaldo de mi agente y de mi familia; como tengo muchos antepasados escritores, pintores y artistas, para ellos siempre fue algo normal y natural que yo compaginara dos profesiones (traducción e interpretación en dos países diferentes, para varios empleadores distintos) y varias aficiones creativas distintas.

Algo del año 2009 que te marcara especialmente.

En lo profesional, fue un privilegio y un gran paso adelante empezar a trabajar para la Unión Europea, donde se tratan todos los temas políticos, económicos, sociales o científicos al más alto nivel: exige un aprendizaje y una superación continuos, el compañerismo y la profesionalidad de mis colegas son todo un ejemplo para mí.

Además, en 2009 se cumplieron 20 años de la caída del Telón de Acero, que precisamente se abrió en Sopron, la hermosa ciudad adoptiva en la que tengo la suerte de vivir desde hace 25 años, así que fue maravilloso celebrar allí veinte años de libertad y progreso con mis compatriotas a los que quiero y admiro tanto (porque los húngaros también lo son).

¿Recuerdas el móvil que tenías en aquel entonces?

Un Nokia 3110 que tenía una batería eterna y resistió caídas, golpes, chapuzones y los dientes de un cachorro. Los que fabrican ahora serán inteligentes, pero no aguantan nada…

¿Te veías hace 10 años tal y como estás ahora?

A grandes rasgos, sí: mis dos trabajos son muy satisfactorios pues no hay rutina, siempre aprendes cosas nuevas y ambos están magníficamente pagados, así que me permiten viajar cuando y donde quiero para investigar temas literarios, pintar y cantar, y tomarme el tiempo que necesito para desarrollar esas aficiones. Así que, cuando empecé a trabajar con 22 años, ya me propuse organizarme de manera que pudiera compaginar dos profesiones, la vida en tres países, la vida familiar y mis cuatro aficiones de manera equilibrada, sin tener que renunciar a ninguna de ellas. Este año cumplo 50 y, al mirar hacia atrás con la experiencia adquirida durante los últimos treinta años, apenas si hay cosas que habría hecho de otra manera.

¿Qué planes literarios de futuro tienes?

Seguiré escribiendo al alimón sátiras macabras gamberras “indie” y novelas históricas publicadas de manera convencional: lo primero me permite experimentar con el estilo, y lo segundo me divierte una barbaridad, y justifica que coleccione mapas de anticuario o lea ensayos sobre temas estrafalarios sin que nadie pregunte si estoy delirando de fiebre ni llame a los Servicios Sociales (“¿Un estudio sobre técnicas de tortura en 1600, y un libro sobre autopsias en 1700? ¡Uy, quita, quita!”). Pero os juro que los narradores de temas históricos somos frikis muy felices y totalmente inofensivos.
Además, hace más de 20 años co-escribí el “Diccionario de Regionalismos de la Lengua Española” (publicada por Editorial Juventud en 1997), y desde entonces mucha gente me pregunta cuándo habrá una edición actualizada y ampliada. Por desgracia, el coautor, mi tío Pablo von Grosschmid, murió hace algunos años, pero hay material de sobra para una nueva edición; si encuentro el tiempo necesario, sería muy bonito sacar adelante también ese proyecto como homenaje para él y porque, como lingüista profesional, seguir ahondando en este idioma tan rico e inagotable que es el español es algo que me apasiona. Además de la historia, los paisajes, las tradiciones y la gastronomía, creo que el idioma español es patrimonio más valioso que tenemos.

¿Algo a corto plazo?

Eres la primera en conocer oficialmente el título de una novela histórica y juvenil de aventuras, ilustrada por mí, que autopublicaré dentro de unas semanas, como ya había anunciado en noviembre pasado. Primero lo haré en inglés (“The Easter of the Mouse”) y luego, algo más tarde, en español (“La Pascua del ratón”).

Muchas gracias por tu colaboración.

Gracias a ti, Eva, por llevar tantos años en la brecha reseñando y dando a conocer a muchos autores españoles y extranjeros, y por contribuir a difundir la afición por la novela histórica.

 

Vic Echegoyen Vic Echegoyen nació en Madrid. Sobrina nieta de Sándor Márai, trabaja como traductora e intérprete de la OSCE y de la Unión Europea, y vive a caballo entre Hungría, Viena y Bruselas. El lirio de fuego fue su primera novela.

 

Reseñas de Vic Echegoyen en La Historia en Mis Libros:

El lirio de fuego, de Vic Echegoyen


Fuente de la imagen de Vic Echegoyen: twitter de la autora.


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