Tiempo de silencio es una de esas obras que hacen que la literatura sea un arte. La primera y única novela de Luis Martín-Santos, fue terminada en 1960 pero publicada dos años después tras pasar 20 de sus páginas por la guadaña de la censura de la maquinaria franquista. Años después, en 1981, la novela se volvió a publicar íntegra para que todos y todas pudiéramos disfrutar del goce de su lectura. El aútor moriría sólo dos años después de la primera publicación, de ahí su efímera vida literaria.

Este libro lo leí allá por mi primer COU, (fueron dos los que hice). Nos lo mandaron como lectura obligatoria, cómo odiaba este hecho. Alguien que iba mucho más avanzado que yo en la lectura me dijo que el libro se leía bien y que estaba mejor, así que me lancé a la aventura de leer un libro impuesto. ¡Cómo me gustó!, lo recuerdo con un cariño muy especial ya que éste junto a otro par más de novelas fueron los que me abrieron las puertas del maravilloso mundo de la lectura.

Tiempo de silencio narra la historia de Pedro un científico que en los oscuros años  40 en España investigaba la enfermedad del cáncer. Las malas condiciones económicas de la época hacen que el ritmo que debería llevar estudiando el avance de la enfermedad en unas cepas de ratones traídos desde Estados Unidos, no sea tan bueno como él deseara. La velocidad de la muerte en los ratones es superior a la velocidad de su reproducción. Su ayudante Amador, había regalado unos ejemplares de ratones a su familiar «el Muecas» y éste si había conseguido el ritmo de reproducción adecuado. Pedro y Amador visitan las chabolas donde vive el Muecas, para que les de unos ejemplares. Algún tiempo después, el Muecas recurre a Pedro cuando su hija Florita se desangra a consecuencia de un aborto que él mismo le había realizado. Cuando Pedro llega nada se puede hacer ya. Días después «Cartucho» el novio de Florita asesina a Dorita, una joven hija de la dueña de la pensión donde Pedro vive y con quien se supone que se está estableciendo una relación amorosa.

Una novela muy entretenida que nos lleva a una España de posguerra con diferencias sociales muy notables. Totalmente recomendable y que nunca pasará de moda.

Te puede interesar...

Seis años de invierno El chico de las bobinas LA FOSA