Comentario de Carlos Carnicer, autor de Forcada: El secreto de la Reina Virgen
Aquí os dejo un comentario que me ha mandado Carlos Carnicer, el autor de Forcada, no os podéis imaginar la alegría que me dió ver el comentario en el blog. Me parece increíble. He decidido hacer esta entrada porque la veréis más que en el comentario del post. Desde aquí: muchas Gracias Carlos!!!!
Ante todo, muchas gracias a todos por vuestra atención a las novelas de Forcada. Recuerdo bien la excursión a Mallorca de 1990. Por entonces apenas tenía 26 años, y me faltaba muy poco para incorporarme al centro de instrucción de la Marina en Ferrol, para cumplir mi mili, pospuesta con prórrogas por estudios ya agotadas.
Pero que nadie se preocupe: no voy a hablar de mi mili. Solo, como curiosidad que algo tiene que ver con el tema, aunque bastante remota, puedo añadir que mientras cumplía con mi deber patriótico en Madrid, en la jefatura de apoyo logístico, tuve un vago contacto con los mensajes secretos que iban y venían entre los barcos de la Armada española en el Golfo Pérsico y el mando logístico, precisamente durante la primera guerra del Golfo, que se declaró la misma noche que yo estaba de guardia en el centro de comunicaciones de mi cuartel. De todo esto, como del viaje a Mallorca, van a cumplirse pronto, nada menos que 20 añitos. No está mal.
A los pocos años, desde 1994, comencé a investigar sobre el espionaje en la época de Felipe II con un amigo, Javier Marcos, y fruto de aquella colaboración fueron los tres libros sobre el tema que se publicaron entre 1998 y 2005.
En realidad el tema era interesante en sí mismo y curiosamente apenas había sido investigado en serio, así que creo que aportamos un conocimiento riguroso sobre el asunto que ahí queda.
Después, y como siempre me había gustado escribir, me pareció que era un tema que se prestaba bastante a lo novelesco. Con muchas dudas, escribí la primera novela, insertando en ella los conocimientos que tenía sobre la época, pero también supongo que mi gusto por las tramas de acción. Me divirtió mucho, y me gustaron, sobre todo, los personajes que resultaron; particularmente el de Forcada. Así que ya antes de saber que haría con esa primera obra, seguí escribiendo otras tramas.
Por supuesto, era consciente de que existía el precedente de Alatriste. Lo tuve en cuenta en el sentido de intentar hacer algo distinto, y creo que lo conseguí. No solo en la forma de estructurar la historia y el carácter de los personajes, sino, sobre todo en lo que se refiere a lo que transmiten unas y otras novelas. Pero creo que no tuve ningún éxito en evitar que se considerara una imitación del mismo, lo cual es en parte lógico, dada la divulgación que había tenido la serie de Pérez-Reverte. Aunque mis novelas se sitúan en una etapa anterior a las de las novelas de éste y el discurso de fondo es muy diferente. Alatriste viene a decir que la España imperial se mantuvo a duras penas gracias al trabajo y las miserias que pasaron los españolitos de a pie, encarnados en su protagonista, valientes, duros, resignados, en guerra con toda Europa, y traicionados y utilizados por unos reyes y nobles avarientos y estúpidos. Es decir, que en general sigue una línea “populista” y tópica de la “decadencia” española del siglo XVII.
Mis novelas parten de una idea muy distinta. Forcada es un noble, aunque sin fortuna, cuya visión de las cosas se corresponde con la que, por mi familiaridad con la época, creo que era la general entre los españoles de ese momento. Estos luchaban ante todo por su rey, y estaban convencidos de la justicia de su causa, asociada al catolicismo y la lealtad a la corona y a una religión muy arraigada popularmente, más que impuesta por medio de la famosa Inquisición. En España apenas había protestantes, no solo por la labor inquisitorial, sino porque durante la reconquista la identificación de cristianismo y España había sido prácticamente total.
Por otro lado, esos nobles egoístas y avarientos, en muchos casos se dejaron su fortuna sirviendo al rey en el exterior, como jefes militares y diplomáticos, en muchos casos sacando de su bolsa el dinero para que la máquina siguiera funcionando. Eran también, y probablemente más que el resto, patriotas de su rey y de su reino, que se sentían especialmente obligados a darlo todo por su victoria, de cuya justicia apenas dudaban.
En las novelas de Forcada, además, intenté mostrar cómo la suerte de aquella España se jugaba en países y campos de batalla lejanos, a los que llegaban sus intereses prácticamente mundiales, y que en muchos de esos lugares había gente dispuesta a apoyar la causa española que sentían como propia.
Y por último, las novelas están escritas con un lenguaje cercano y parecido al español de la época. Me pareció obligado hacerlo así porque daba más realidad y verosimilitud literaria a la historia. Pero además, porque ésta es una nación que, precisamente en esa época, adquirió un rango literario nunca después alcanzado, con escritores de sobra conocidos que escribían en un español rotundo y hermoso que me pareció una pena desperdiciar en una novela que tratara de esos mismos años. Aunque, por mi impericia, en las líneas que yo he escrito, probablemente solo quede como un eco lejano.
Si, es cierto, conozco bien como se las gastaban antes cuando haciais el servicio militar, tengo familiares militares y siempres oyes cosas y casos sobre los marineros…Supongo que eran otros tiempos. Como tu bien dices, que se le va a hacer, de todos modos, Ferrol no se escapa, asi que tienes toda la vida por delante para visitarlo si te apetece. Saludos a todos y a Eva.
Hola Kericolo. Solo comentarte que, lamentablemente, no pude disfrutar de los encantos de Ferrol por hallarme en la pobre condición de recluta, en la que apenas si podía salir del centro de instrucción en muy contadas ocasiones. Esto lo comprenderá fácilmente cualquiera que hiciera el servicio militar de entonces: pasabas en el cuartel encerrado las primeras semanas, en una especie de inmersión en el mundo militar, y luego te dejaban salir algún día, siempre de uniforme, por una ciudad llena de mandos de la Marina, a los que debías procurar saludar marcialmente de cabo arriba incluso por la calle, por si alguno tenía ganas de fastidiarte, te pedía el nombre y te mandaba arrestar.
Y no, nunca me arrestaron durante aquellos 12 meses. Aunque podrían haberlo hecho al menos en un par de ocasiones. Tuve fortuna.
Pero tienes razón, me queda pendiente visitar Ferrol y ver sus encantos como simple civil. En Vigo, donde pasé luego tres meses, sí tuve oportunidad de vivir con más normalidad, tener incluso casa alquilada e ir a sus playas. Qué se la va a hacer.
Hola Eva, este comentario va para Carnicer, el que estuvo un mes haciendo la instrucción en Ferrol y no vió los paisajes de la ciudad y los alrededores….mmm rindiendo honores a la bandera te tenía yo arrestado por decir que en un mes que estuviste en Ferrol no viste ni una sola de sus playas…es para matarte…¡¡ Debias de ser un marinero o de los muy buenos que no salían para nada o de los muy malos y te pasaste el mes arrestado pelando patatas, je,je,je…es broma¡¡ No quiero ofender. Te perdiste un paraíso de playas bravas de arenas blancas y aguas frías, manajares culinarios y ferrolanas generosas y guapas..¡¡ Ya sabes, cuando quieras ver paraísos y ciudades con castillos y leyendas…ven a Ferrol…a pesar de esta confesión tuya….mmmm me leeré tu libro… Saludos y gracias por contestar. Saludos a la autora del blog…y besos
En primer lugar, reiterar mi agradecimiento por vuestra atención. Aparte de esto, quería añadir algún comentario a los vuestros.
Para Kerícolo, que en el mes de instrucción que pasé en Ferrol, me dio poco tiempo a disfrutar de su paisaje. De hecho apenas si unas cuantas veces pude salir por la ciudad, vestido de marinero, de un blanco que convenía mantener inmaculado, porque en cuanto te mancharas el uniforme de paseo no te dejaban salir. Pero sí recuerdo quedarme abstraído al poco del amanecer, mientras formaba durante la izada de bandera, viendo frente a mí la hermosa ensenada de Ferrol, con los buques de guerra fondeados en sus aguas. Era una imagen bonita, con ese cielo dudoso y algo plomizo de las primeras horas del día.
Para Maribel y Loquemeahorro: lo que comentaba acerca de las novelas de Alatriste de Pérez-Reverte se refería exclusivamente al punto de vista, digamos, de fondo. Por supuesto, he leído las novelas de esa serie con mucho agrado, y creo que tienen el mérito de haber reivindicado una época clave de nuestra historia. Yo no estoy ni contra el autor ni contra el personaje de ficción por él creado. Lo único que digo es que su visión de la España de los Austrias es solo una visión, y por tanto discutible. Yo partí de otra bastante distinta, como es evidente para quien haya leído a ambos. Desde luego, sin mucho rastro de “leyenda negra”, aunque me parece que sin caer en la contraria “leyenda rosa”.
De hecho me divirtió mucho mostrar cómo la Inglaterra isabelina tenía también un régimen policiaco, que reprimía a los católicos, no muy distinto del inquisitorial en la brutal represión que ejercía. Los detalles que aparecen en mis novelas, e incluso personajes como el repulsivo Topcliffe que cito, por desgracia, no son inventados. También, en la diferencia entre una serie y otra, influye la distinta etapa a la que se refieren: el pesimismo barroco del reinado de Felipe IV, cuando la monarquía española se agota, no es el mismo ambiente que el renacentista de la etapa de su abuelo Felipe II. Elegí precisamente el momento de mayor esperanza y optimismo, cuando la invasión de Inglaterra se está preparando y parecía probable su éxito, tras la incorporación de Portugal y la sucesión de triunfos en Flandes de Alejandro Farnesio. En ese momento, la victoria prácticamente total parecía posible. Es un momento muy interesante, y a través de las dos novelas creo que se ve cómo el triunfo se escapa de las manos, que es otra de las cosas que me atraía mostrar.
Bueno, de momento, creo que ya me he extendido bastante. De nuevo gracias, y estaré encantado de responder a vuestros comentarios.
Eva:
¡Pues muchísimas felicidades! que bonito que el autor del libro te escribiera tan extenso comentario. Con ello dan más ganas de leer el libro. ¡Gracias Carlos! por acercarnos a cómo fue que nació el libro.
Un abrazote Eva,
Ale.
Ale, pues anímate, como se está diciendo por aquí este es uno de los libros que te pueden gustar.
Un besote
Oye… el autor del libro que te estás leyendo… me es vagamente familiar 🙂
¿Qué libro? La luz de libertad? claro es de Ismael,, del cajón de historias, como ya he vuelto a trabajar sólo he leído 15 páginas pero estoy enfadada porque el libro me está picando y por falta de tiempo no puedo dedicarle todo lo que yo quiero.
Todo un lujo. Enhorabuena. Ya lo leí en los comentarios pero creo que has hecho muy bien en dedicarle una entrada.
Besos.
Pss,Pss…pásate por mi blog, creo que tienes un recadito para ti. Es urgente.
Besos y recuerdos
kericolo en cuanto tenga un ratito me paso tranquilamente por tu blog y recojo lo que me pertenece que creo que tengo dos cositas pendientes, jejeje.
Ala, ala, esto va viento en popa, mi más sincera enhorabuena, quejica
Enhorabuena!!, y te quejabas de que estábamos presionándote con la entrevista, pero sí este comentario es una entrevista!!. Gracias Eva, 😉 por presentarnos al autor y
gracias Carlos por acercarnos a esta época tan fascinante!!, leeremos a Forcada, ya está bien de tanto Alatriste ( que no he leído por cierto…), aunque sí muchos ensayos sobre la figura de Carlos V y Felipe II,
me gusta esta visión que como los últimos trabajos deja de poner el énfasis en lo que durante muchos años se denominó la «leyenda negra» del monarca y sólo dio lugar a textos críticos,
Un saludo 😉
¡Qué bien! Me alegro de que se haya puesto en contacto contigo ¿pero fue solo por la entrada, o le mandaste un correo o algo?
Es muy amable en dejarte un comentario tan extenso y no un simple «gracias y hasta luego), y yo (personalmente) le agradezco que no nos haya contado la mili 🙂
Además me ha gustado que no esté de acuerdo con Pérez Reverte.
¡Enhorabuena guapa!
Niña, sencillamente maravilloso que el mismísimo autor te haya dejado semejante comentario, que más que comentario es toda una disertación, yo también estaría dando brincos de alegría, no sabes cuánto me alegro por tí, que maravilla….
Yo en tu lugar estaría dando saltitos por toda la casa 😀
Estoy con Isi, una razón más para leer el libro que ahora mismo meto en la wishlist antes de que se me vuelva a olvidar y mira que dije en su día que lo iba a almacenar… soy un desastre.
Eva, enhorabuena! Si es que menudas entradas que te marcas, jeje. Una razón de más para leer el libro, ya que la historia de cómo se escribió y de qué le animó al autor para hacerlo, le da mucha más gracia al asunto.
Besos!
Felicidades Eva por esta nuevo avance en tu blog…guau¡¡
Carlos, dime que has estado en mi tierra Ferrol y que es maravillosa…Ferrol, la ciudad del mar…navegaste entre castillos? Viste sus playas maravillosas y paradisíacas de arenas blancas? Ah, Ferrol.
Por cierto tu libro aún no lo he leído, pero caerá, vaya que si caerá.
Felicidades de nuevo Eva, estás que te sales…Recuerdos y abrazos
uauuuhhhh Eva. Está claró que tu caché va subiendo como la espuma. ¡¡Hasta los autores de los libros te escriben!!! No me extraña que te diera alegría, a mi me pasaría lo mismo.
Enhorabuena, está claro que tienes un excelente blog. Y sabes lo que tienes que hacer: ¡¡Seguir así!!
Un saludo
Muchas gracias a todos vosotros por compartir conmigo mi alegría, creo que vostros tenéis un papel muy grande dentro de mis éxitos así que… MUCHAS GRACIAS!!!!
Y por cierto, no logré dar con el autor, fue él el que dió conmigo. ¡Qué alegría!