En mis primeros momentos en las redes sociales y en las visitas que solía hacer a otros blogs, me encontré en muchas ocasiones con esta novela de la que hoy os voy hablar: «El espíritu del lince» de Javier Pellicer.

Por unas cosas u otras nunca la leí y ahora, que se ha publicado su reedición en una editorial diferente a aquella con la que publicó al inicio, por fin he leído la novela del guerrero íbero.

«El espíritu del lince» fue publicada por primera vez en 2012 de la mano de la editorial Pàmies y, diez años después, Edhasa, su actual editorial con la que ya ha publicado otras novelas, la ha reeditado. 

El nacimiento de «el elegido»…

Icórbeles nace en un poblado de los íberos en Edetania. Es hijo del jefe de esta tribu, el guerrero Icortas. Su nacimiento tuvo poco de normal. Una gran lluvia de estrellas iluminaba el cielo esa noche, una vieja sacerdotisa ha visto su nacimiento y le coge para abandonarle en el bosque y así comprobar si es el elegido. A la mañana siguiente, cuando fueron a buscarle, le encontraron en el mismo sitio y bajo la protección de un lince. Este animal se convertirá en el símbolo del clan.

Icórbeles es educado en las armas por su padre y este lo hace al estilo espartano no teniendo misericordia alguna por él. Lo educa hasta que su progenitor marcha a luchar contras los cartagineses en lo que sería la 1ª Guerra Púnica. A su regreso vuelve acompañado de una noble familia cartaginesa que huye para que su hijo primogénito, Alorco, no sea sacrificado. Así pasan a formar parte de la familia, convirtiéndose el joven Icórbeles, Alorco y la hermana pequeña de este, Nistan, en inseparables, casi hermanos.

Pasa el tiempo y el íbero Icórbeles viaja a Cartago a reencontrarse con la familia con la que había compartido gran parte de su vida. Allí le avisan de una futura invasión de Iberia y huye para comunicárselo a su padre y salvar la vida.

Padre e hijo buscan la unión de todas las tribus íberas para luchar contra un enemigo común: Cartago. No resulta fácil esta unión, por no decir imposible, y así se convierten en demasiados pequeños ejércitos independientes luchando contra un mismo  enemigo (¿porqué será que esta historia me resulta familiar en la Historia de España?).

Amilcar Barca comienza la invasión de la Península. El ejército cartaginés avanza en Ibería. A la muerte del jefe le sustituirá Asdrubal el bello, quien será asesinado quedando Iberia en una situación un tanto rara. El siguiente será Anibal… Iberia contra Cartago es como David contra Goliat.

En resumen…

Narrada en primera persona es el propio Icórbeles el que nos va a contar su historia y la de su pueblo. Me ha gustado ver este período de la historia con los ojos de un protagonista.

Los personajes de «El espíritu del lince» tienen mucha fuerza estando todos bien construidos. Grandes personajes que se quedan en la retina del lector durante mucho tiempo. El personaje principal, Icórbeles, irá creciendo ante nuestros ojos hasta convertirse en «el elegido»; Azarbaal, contratado por Icortas para que proteja a su hijo será más que un maestro para él, será un amigo que hará todo por el joven íbero.

Los personajes de «El espíritu del lince» tienen mucha fuerza estando todos bien construidos. Grandes personajes que se quedan en la retina del lector durante mucho tiempo.

La ambientación está muy cuidada. Los usos y costumbres de los íberos están muy definidos. «El espíritu del lince», que comienza una noche en la que caen estrellas del cielo, tiene un final algo abierto a una continuación. Ahora lo sabemos. Así sucedió. Cuatro años después de la publicación de esta novela apareció otra grandísima historia de Javier Pellicer: «Los leones de Anibal». Desde entonces soy rendida seguidora de él.

Lamento no haber leído antes «El espíritu del lince» porque me lo he pasado muy bien y he aprendido no poco.

Si os ha interesado la novela, Edhasa pone a vuestra disposición las primeras páginas de la novela en este enlace.

 

 

Fuente de la imagen de Javier Pellicer: web del autor.

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