La Bibliotecaria de Auschwitz es un libro que llamó inmediatamente mi atención cuando escuché a su autor hablar sobre esta novela en la radio. Tenía todos los ingredientes necesarios para que me gustara: el amor por los libros y el terrible holocausto. Así ha sido.

Cuando la base para escribir una novela es una buena historia el escritor ya tiene mucho ganado y es que la base de esta novela es la vida de una niña que tenía nueve años cuando comenzó la guerra y que había cumplido los 16 cuando salió del campo exterminio de Auschwitz. Dita Kraus (Dita Adlerova en la novela) se convierte en la joven bibliotecaria de una biblioteca clandestina en el campo de la muerte, el campo familiar que los nazis se inventaron para mostrar su mejor cara al mundo. Es la guardiana de ocho libros viejos y deshojados que ella mimará y cuidará con toda la ternura que las circunstancias permiten, y de unos cuantos libros vivientes.

A Dita la acompañarán otros personajes como sus padres a los que este fanatismo ya les ha quitado hasta la dignidad, Freddy Hirsch, un joven alemán judío que se carga sobre sus espaldas el buen funcionamiento de la escuela y de la biblioteca y al que su amor por los niños le llevará hasta el límite, los profesores, sin los cuales la escuela que intenta entretener a los pequeños y evadirles de la cruel realidad no existiría, destacando entre ellos el profesor Morgestern quien desde su primera aparición se muestra como una persona con la cabeza un tanto perdida aunque nos quedará la duda de si realmente ha perdido la cabeza o si prefiere eludir de esta forma la verdad. Un ir y venir de personajes que en demasiadas ocasiones tendrán una aparición muy breve tanto como su vida. En cuanto a los personajes reales sentiremos el miedo que nos hace el oír el silbido de melodías clásicas con el que hacía anunciar su presencia el ángel de la muerte Mengele o la tiranía de la guardiana Volkemath, una peluquera que de repente se vio con el poder de dar la vida o la muerte a otras personas.

Es esta una novela que narra hechos muy dramáticos(cómo quedaban los cuerpos tras haber sido gaseados, el estado psíquico y físico en el que se hallaban los prisioneros cuando llegaron las tropas deliberación…) en el campo de concentración más cruel de todos.

A pesar de ser una novela tan cargada de sentimientos y emociones tengo que decir en detrimento del autor que este en numerosas ocasiones no ha sabido llegar hasta el corazón del lector (en este caso yo), quizás sea un argumento muy vasto y rico para poder ser explotado en sólo 500 páginas. También debo decir que en otras ocasiones el ritmo aumenta y la brillantez del autor se deja notar, pero, en general, me ha parecido bastante irregular aunque hacia el final de la novela esta crezca en intensidad.

De todas formas es una novela que me ha gustado y que recomiendo.

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