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La bruja de Ravensworth

La bruja de Ravensworth, de George Brewer

(Libros del Tiempo nº 384)

«La bruja de Ravensworth», de George Brewer, publicada en 1808, es una novela perteneciente al género gótico. Aunque han pasado más de dos siglos desde su publicación, la novela sigue capturando la esencia del horror y el misterio de una forma que resulta tan intrigante como inquietante. En sus páginas, Brewer nos lleva a una atmósfera cargada de magia negra y poder sobrenatural, en la que el bien y el mal se enfrentan sin piedad y donde los secretos oscuros se mezclan con los destinos trágicos.

La historia se centra en el barón de la Braunch cuando celebra su boda con Lady Bertha, viuda y madre de un niño, Edward. En el festejo, aparece una vieja bruja quien lanza un turbio vaticino a la dama diciéndole que su vida estará llena de desdichas. La bruja, un personaje femenino fascinante y terrorífico, vive entre el respeto y el temor de quienes la rodean. Ella es, sin duda, el alma de esta novela: una figura poderosa que desafía a la naturaleza misma en su búsqueda de venganza y control.

Lo que me ha parecido especialmente interesante es cómo Brewer construye a Lady Bertha como un personaje que encarna todos los miedos y supersticiones de la época. Es una bruja típica en el sentido literal: vive en una choza en medio del bosque, donde nada crece alrededor, tiene una nariz ganchuda y vive con un cuervo al que le falta un ala y un gato famélico; cuando está en sus dominios no se separa de su caldero donde se guisan lo que parecen trozos de carne humana pero, sin embargo, es un símbolo de poder oscuro, manipulador y, en algunos casos, de liberación femenina en un mundo que solía relegar a las mujeres a un papel secundario. Su complejidad no solo la hace memorable, sino que da a la novela un matiz distinto al del típico villano.

La bruja de Ravensworth, de George Brewer

La ambientación, por su parte, es uno de los grandes logros de Brewer. Desde el primer momento, la novela nos envuelve en un entorno oscuro y frío, con castillos sombríos y espacios gélidos donde la sombra de lo desconocido está siempre al acecho. Las descripciones de Brewer son tan reales que casi podemos escuchar los ecos de los pasos en los pasillos del castillo y sentir el peso de un silencio asfixiante que anticipa la presencia de fuerzas malignas. Este tipo de ambientación es característica del gótico clásico, pero Brewer la lleva un paso más allá, creando una atmósfera tan opresiva que parece una entidad propia, una que acompaña y potencia cada momento de tensión en la novela.

Uno de los elementos que más destaca en «La bruja de Ravensworth» es la manera en que Brewer juega con la percepción de la realidad. Aunque hoy en día estamos acostumbrados a historias de fantasía y terror, en su época, el límite entre lo racional y lo sobrenatural estaba menos definido. Brewer utiliza esta ambigüedad para intensificar la intriga de su historia. A lo largo de la trama, nos encontraremos constantemente en una especie de neblina que nos hará dudar de lo que es real y lo que no. Este juego psicológico es una de las joyas de la novela, y genera una tensión constante que convierte la lectura en una experiencia absorbente.

la novela envuelve al lector en un entorno oscuro y frío, con castillos sombríos y espacios gélidos donde la sombra de lo desconocido está siempre al acecho.

A pesar de su estilo marcado por las convenciones de la época, la novela fluye con cierta ligereza. Es cierto que, en algunos momentos, las descripciones pueden sentirse un tanto recargadas, y las reacciones de algunos personajes resultan algo melodramáticas para un lector moderno, pero hay que recordar que estas características son parte del encanto de la literatura gótica del siglo XIX. «La bruja de Ravensworth» refleja una sensibilidad que hoy en día podemos ver como exagerada, pero que en su tiempo expresaba con fuerza los miedos y las creencias en lo desconocido.

Al adentrarnos en esta historia, nos encontramos no solo con una novela de terror, sino con un reflejo de los temores y las obsesiones de una sociedad que aún creía en lo inexplicable y en lo sobrenatural. Aunque Brewer se centra en el aspecto sobrenatural, su novela también tiene un mensaje moral en torno a la ambición y el precio del poder desmedido.

«La bruja de Ravensworth» es una novela que, a pesar de su antigüedad, sigue siendo relevante y fascinante. Aunque puedes pensar que se trata de un cuento teniendo en cuenta todos los tópicos con que nos encontramos, en ocasiones el lector se ve tan metido en la historia que cualquier ruido puede alterar su estado anímico. Si te gustan las historias de castillos oscuros, personajes atormentados y atmósferas opresivas, esta es una lectura que te mantendrá en vilo.

George Brewer logra capturar el espíritu gótico en su máxima expresión, presentándonos una historia que no solo explora el horror, sino que nos enfrenta a la realidad de los miedos humanos más profundos. Es una novela que recomiendo a quienes disfrutan de la literatura gótica clásica, y también a quienes buscan conocer esos recovecos de la historia literaria donde lo sobrenatural y lo humano se entrelazan de manera única. Una buena lectura para una época como Halloween. Mientras podéis escuchar mi opinión en el podcast de Novela Histórica de Úbeda, justo aquí: https://go.ivoox.com/rf/135403023

Ediciones Siruela nos proporciona un fragmento de la novela en este enlace de su web.

 

FICHA TÉCNICA

Portada
Título: La bruja de Ravensworth (Libros del Tiempo nº 384)
Autor/a: George Brewer
Traductor/a: Alfonso Boix, Eva Lara
Editorial: Siruela
Páginas: 176
Año de edición: 01/2020
Precio: 17,95€ Cartoné / 9,99€ eBook
ISBN: 978-84-17996-57-4

 

George Brewer

George Brewer

1766, Westminster, Reino Unido

Saint Martin-in-the-Fields, Westminster, 1766-c. 1816.

Fue hijo de un experto en arte, viajó por medio mundo como miembro de la Marina británica y sueca. Después de abandonar el mar, estudió derecho en Londres y se estableció como abogado. En 1791 publicó su primera novela, a la que siguieron muchas otras obras, tanto en prosa como verso.

Fuente de la imagen de George Brewer: sin imagen.