La edad de la inocencia.
La novela se enmarca en la alta sociedad neoyorkina de finales del S.XIX, una sociedad que está llegando a su fin y que esta burguesía se niega a admitir. A esta sociedad llena de convencionalismos aparentemente sin contrariedades retorna de Europa la condesa Olenska, una mujer independiente y osada totalmente diferente a los cánones que marcaba la alta sociedad de Nueva York. .La condesa Olenska llega a Nueva York tras haber abandonado a su marido, un conde que le daba mala vida y que está preparando su divorcio. La condesa llega para echar abajo la moralidad de esta aristocracía y hacer temblar sus más altos pilares, hechizando con sus encantos al marido de su prima, el joven Newland, personaje curioso al menos ya que desprecia a todos esos hombres que mantienen amantes y sin embargo él se muere por tener relaciones extramaritales con la condesa y además un poco simple diría yo que no se atreve ni a… nada mejor no opino.
Es una especie de triángulo amoroso algo trivial, cargado de descripciones precisas sobre el entorno, los trajes, las fiestas…
En mi caso, el libro lo descubrí tras ver la película que con el mismo título se estreno en los 90. Es un libro, como mínimo curioso, ya que nos acerca a una sociedad agotada que se cree con ciertos poderes y que no quiere reaccionar ante lo que se le viene encima. No pude evitar ver ciertos paralelismos con libros tales como «Madame Bovary» donde la protagonista vuelve a ser una mujer independiente que acaba cayendo en los convencionalismos sempiternos.
Hacía tiempo que no entraba por tu blog, no sé por qué, hasta que Bibliobulímica me ha recordado que fue aquí donde leí la primera reseña de Cometas en el Cielo.
Y me encuentro con un libro que leí hace no mucho. Lo describes muy bien, y realmente es curioso saber de esa sociedad tan preocupada de las formas y tan poco de los principios (como el protagonista).
Sin embargo, no me gustó, me pareció que queriendo retratar a esas personas perdidas en detalles absurdos, al final al texto le ocurre lo mismo, y terminaron por aburrirme sus descripciones eternas sobre las flores que escogieron para el baile de Mrs…..
Al protagonista ya lo juzga la autora, y no deja títere con cabeza. Quizá eso no ayude, el que no te puedas identificar con él, porque resulta de lo más despreciable.
Lo que me ahorro, pèrdona por no haberte contestado antes, se me ha pasado y tampoco sé porqué. A mi tampoco me gustó demasiado el libro pero la película tampoco, son tan frios ambos… Un placer verte de nuevo por aquí.