Reina senegalesa.

«Los profesores-tanto los del jardín de infancia como los de la universidad- forman un ejército noble de las proezas cotidianas, nunca cantadas, nunca condecoradas. Un ejército siempre en marcha, siempre vigilante; un ejercito sin tambores, sin uniformes rutilantes, que sortea trampas y emboscadas y planta por todas partes la bandera del saber y de la virtud.»

He elegído este párrafo por que me parece muy hermoso y por que se refiere a  mi oficio. Mi carta más larga es un bello canto a la vida, con sus dolores, con sus alegrías…, lleno de citas y metáforas tan esplendidas como la que he escrito anteriormente.

Es una carta, efectivamente muy larga que una mujer senegalesa, que se acaba de quedar viuda, escribe a su mejor amiga. Ante el dolor de su viudez, revive su vida y se la narra  a su amiga, recuerda cómo conocieron ambas a sus maridos, cómo su amiga decide divorciarse al tomar su pareja una segunda esposa, ya que la poligamía es legal en Senegal, y se marcha del país junto con sus hijos. Cómo la propia protagonista, al verse en la misma situación que su amiga no tiene tanto valor como aquella y decide quedarse…. Ya no contaré más, sólo diré que es una bella y breve novela que aunque puede ser catalogada como feminista, de hecho se reivindica un nuevo estatus en la situación de la mujer,  sería muy pobre decir que sólo se limita a eso.