La última novela de Gómez Rufo tiene tintes de revolución.

La camarera de Bach tiene como protagonista a Madlene, una niña huérfana de sólo 13 años que entra a servir en casa del compositor Johan Sebastian Bach. La niña comienza a trabajar, con muy buenas referencias, en la casa del músico. Es callada, trabajadora y muy responsable pero también es demasiado inocente y cándida, dos rasgos que, llegado el momento, le cobraran cuentas teniendo que enfrentarse a sus consecuencias. El músico ya cuenta con 65 años y está mal.  Ciego, con sobrepeso, una sed inagotable… Aún viviendo con su segunda mujer y sus numerosos vástagos se siente solo. Encuentra en Madlene algo más que una camarera y ella en él, algo parecido al padre que nunca conoció. Cuando la vida de la niña parece haber tomado los cauces adecuados, unos hechos empiezan a sucederse y la muchacha tendrá que afrontar una vida que no es justa para muchos y menos aún si eres mujer y pobre.

Con una ambientación exquisita pasearemos por los bajos fondos de una sociedad que está cambiando. Veremos la pobreza, la injusticia y la necesidad pero también el amor, la tenacidad y la cabezonería en una época en que los cambios se están sucediendo muy rápidamente. Episodios que serán históricos, como la Revolución Industrial en Inglaterra o la publicación de la Enciclopedia en Francia que dará lugar a una nueva forma de pensar que conducirá a la Revolución Francesa, también tendrán cabida en esta novela.

La Camarera de Bach es una historia de crecimiento personal. Una niña salida del «arroyo» se verá relacionada con grandes personajes de su tiempo: músicos, escritores, pensadores, nobles… y su única obsesión será algo que le está vetado, más que por otra cosa, por ser mujer: leer y escribir. Sin ser una mujer que cree problemas será una revolucionaria, se tendrá que enfrentar a la ley por hechos que para ella no forman delitos. Madlene es una de las pocas grandes mujeres de su época. Una mujer con principios y con objetivos muy claros. Una mujer que quería la igualdad para todas las de su genero, algo totalmente inimaginable en la época, y que llegará a costarle bastante caro. Una guerrera, eso será nuestra protagonista.

La camarera de Bach goza de una prosa exquisita. Gómez Rufo sabe utilizar las palabras haciendo música con ellas. Transmite una calma y una tranquilidad en sus narraciones que siempre acaba consiguiendo que el lector vaya en busca de sus páginas para sentirse en paz. Me gusta mucho cómo escribe.

Cada determinado número de capítulos, el autor nos hace un breve resumen del momento histórico en que se encuentra la novela y de los personajes que han formado parte de la historia en esta época. Mi casi «enfermiza» curiosidad por conocer el pasado ha hecho que estos capítulos fueran recibidos por mi con auténticas ganas.

Recrea perfectamente los espacios en los que tiene lugar la novela: Leipzig, Viena, Paris… Transmite con total clarividencia la atmósfera de esa nobleza aburguesada o de esos burgueses ennoblecidos,  o la pobreza con sus miserias y sus necesidades. Todo esto hace que el lector se centre perfectamente en cada momento. Los personajes también están muy bien perfilados. Gómez Rufo consigue de ellos lo que se propone. Cierto es que he echado de menos el desenlace de dos o tres personajes aunque es cierto que no sé si yo esperaba algo diferente a lo que el autor decidió y por eso se me han quedado un tanto colgados.

La camarera de Bach me ha gustado mucho y la he disfrutado aún más. Me ha regalado muy buenos momentos además de acercarme a la Historia y mostrarme el difícil papel de las mujeres, que sólo por serlo, han tenido que interpretar en todas las sociedades. Algo, este punto, que me da la sensación de que sigue sucediendo, aunque sea a menor escala, al menos en la sociedad que conocemos.  Dos siglos nos separan de Madlene y no hemos avanzado tanto, señores.

No quisiera acabar esta reseña sin citar el punto cómico que le he encontrado a la novela y es que en repetidas ocasiones se repite la frase: «¿Johan Sebastian Bach? No le conozco».

No me cabe duda de que cada vez que abro un libro voy a aprender algo nuevo por muy nimio que sea.

Os recomiendo la lectura de La camarera de Bach para que descubráis la fuerza de esta gran mujer.

Antonio Gómez Rufo nació en Madrid y estudió Derecho y Criminología en la Universidad Complutense. Considerado uno de los mejores escritores españoles, es autor de una docena de novelas, así como de la biografía de Berlanga y de diversos libros sobre Madrid. Su obra, elogiada por la crítica española e internacional, ha sido traducida al alemán, holandés, búlgaro, portugués, francés, griego, rumano, polaco e italiano. Premio Fernando Lara de Novela y Premio Independencia Dos de Mayo por El secreto del rey cautivo (2005), fue finalista del Premio Nacional de Narrativa con El alma de los peces (2000). También es autor, entre otras, de Las lágrimas de Henan, Los mares del miedo (2003, Premio de la Asociación de Libreros de Cartagena), Adiós a los hombres (2006), El señor de Cheshire (2006, Premio Ducal de Loeches), Balada triste en Madrid (2007), La noche del tamarindo (2008) y La abadía de los crímenes (2011).

Fuente de algunas de las imágenes: Facebook oficial de Antonio Gómez Rufo

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