La victoria perdida
«La victoria perdida», de David Sañudo, ambientada en el siglo X llega hoy a este vuestro blog.
El siglo X fue muy movido en Hispania: incursiones vikingas por el norte y los ejércitos andalusíes, con Abderramán III a la cabeza, por el sur.
Mientras tanto, y por si se aburrían, los diferentes reyes de los reinos de Hispania luchaban a muerte por territorios, venganzas o tesoros.
El reino de León se ve amenazado por el califato de Qurtuba y el rey leonés, Ramiro II, apoya todas sus esperanzas en una reliquia que actúa como talismán. Se supone que este objeto legendario dará la victoria a aquel que lo posea. Lo único que se sabe de la reliquia es lo que aparece citado en antiguos documentos.
Así, el monje Julián será escoltado por Alvar Laínez, segundo hijo del conde de Aquilare, y ambos serán los encargados de encontrar este objeto mágico. Para ello, emprenderán un viaje sin destino donde conocerán a personas muy diferentes. Unos les prestaran ayuda, otros les engañaran, otros les ignorarán… no obstante, lo que es cierto es que las pistas son pocas y difíciles de esclarecer. Visitarán numerosos monasterios: León, Zamora, Dueñas o Burgos; para buscar la información que necesitan,
«La victoria perdida» nos cuenta las dificultades que Ramiro II tuvo para afianzar su reino, teniendo que enfrentarse a enemigos externos e internos, como fue Fernán González, un auténtico dolor de muelas para el rey leonés ya que intentaba separar Castilla de León.
La atmósfera de los albores del año 1000 se puede respirar en la novela. Esta mítica fecha tenía aterrorizada a la población del mundo conocido. El miedo a la llegada del fin del mundo mantenía al pueblo temeroso de Dios pero no apartado del mal. No obstante, en esta situación de miedo y oscuridad, también seremos testigos de los destellos del oro bruñido, que se utilizaba en algunos monasterios para iluminar los libros. De esta forma conoceremos a Ende, una iluminadora que corresponde a un personaje real, que probablemente fuera monja y que ostenta el título de ser la primera artista femenina en España y una de las primeras de Europa de las que se tiene referencia.
La atmósfera de los albores del año 1000 se puede respirar en la novela. Esta mítica fecha tenía aterrorizada a la población del mundo conocido.
Es destacable el trabajo de documentación de David Sañudo. El autor ha trabajado a fondo para extraer no pocas anotaciones, de un siglo tan lejano a nosotros. David ha escrito una novela muy bien ambientada y eso hay que aplaudirlo.
«La victoria perdida» es una novela de aventuras en el medievo; un Indiana Jones del siglo X o un Guillermo de Baskerville que anda entre libros de una biblioteca monacal.
Es una novela apasionante que tenéis que apuntar en una lista para regalar o para regalarse. Lo vais a pasar muy bien.
Como habitualmente, Edhasa nos proporciona unas páginas por si estamos interesados en conocer mejor la novela en este enlace de su web.
David Sañudo (Palencia, 1978) vivió su infancia y juventud en la histórica ciudad de Dueñas. Tuvo la suerte de estudiar en el IES Jorge Manrique de la capital y después en la universidad de Valladolid, donde hizo un primer intento con la licenciatura de Historia, pero terminó estudiando Periodismo y Comunicación Social.
Profesionalmente es periodista. Su primer contacto con la radio fue en COPE Valladolid y luego se hizo cargo de los servicios informativos de Onda Cero Palencia. Más tarde se trasladó a Marid, don trabajó primero en Localia TV. Y desde 2005 es el director y presentador del «Hoy por Hoy» en Cadena SER Madrid Sur. Pero su sueño y afición seguía siendo aquella Historia que abandonó, y a ella sigue dedicando su tiempo libre. La victoria perdida es su primera novela. |
FICHA TÉCNICA
Título: | La victoria perdida |
Autor/a: | David Sañudo |
Editorial: | Edhasa |
Páginas: | 360 |
Año de edición: | Octubre 2021 |
Precio: | 22,00€ Cartoné / 10,99€ eBook |
ISBN: | 978-84-350-6346-3 |
Fuente de la imagen de David Sañudo: edhasa.es
Pues me la apunto, que tiene muy buena pinta.
Besotes!!!
La verdad que tiene una pinta estupenda y como dices la ambientación resulta atractiva, solo hay que ver la portada. Besos