La reina oculta
A principio del siglo XIII, un fraile es encargado de trasladar hasta Roma una preciada carga, «la herencia del diablo», unos manuscritos que encierran en su letras y sus palabras una información que puede dañar mortalmente a la iglesia católica. Estos manuscritos se pierden cuando el fraile es asaltado y asesinado en medio de un bosque. La búsqueda de estos documentos será uno de los hilos conductores de la novela.
Los protagonistas de ésta serán un trovador curioso ante todo ya que es un noble procedente de España, Bruna de Beziers, una joven «ruiseñor», hija del señor de la ciudad del mismo nombre y Guillermo, un joven y juerguista clérigo que sólo aspira a un obispado. El primero se enamorará de la segunda y el tercero tendrá como orden asesinar a la segunda y recuperar el preciado documento, nadie sabe por qué.
La novela nos cuenta, magistralmente, el porqué y el cómo de la cruzada contra los albiguenses, la crudeza, la sinrazón de aquel hecho. Recordemos que ésta fue la primera cruzada que en suelo europeo no se hizo contra los musulmanes sino contra los cátaros. Conoceremos, a través de las páginas de la novela, a los personajes que se vieron involucrados en tan terribles actos. Veremos también lo fácil que era en aquella época crear a un «santo». Las historias que se creaban y en las que todos creían facilmente, la nigromancia, los golem…
Aunque habiendo sido ganadora del premio de novela histórica Alfonso X, tiene cosas que no me han gustado, por ejemplo el personaje de Bruna, una jovencita cansina, mimada, atontada (lo mismo ama a uno que a otro, lo mismo a los dos), un personaje que bien puede parecer real (porque en aquella época no creo que dieran para mucho más las tiernas damiselas) pero que resulta cargante. Un guiño al tan estudiado en los libros «amor cortés» el amor entre una dama y un trovador.
En fin una novela que si bien se puede leer con facilidad, no creo que sea para tirar cohetes.
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