Hace años que leí la sombra del viento, novela que me enamoró,  como a tantos y tantos lectores en todo el mundo. Años después vino el juego del ángel, novela que cogí con ganas y mucho miedo y que siendo, en mi opinión, un libro que se puede leer, se quedó a mucha distancia de la calidad de su antecesora. Es por ello que a pesar de adquirir la última parte de la trilogía apenas salió a la venta, ha permanecido en ese cementerio vivo de libros que es mi biblioteca privada, esperando, como buenamente podía, su turno. Y es que el prisionero del cielo no las tenía todas consigo, el nombre de su autor ya no era garantía suficiente para adelantar su lectura. Ahora, dos años después, ya le ha llegado su turno y la verdad es que siento no haberla leído antes porque en esta ocasión Zafón vuelve a sus orígenes.
En El prisionero del cielo el autor devuelve a la vida a algunos de los personajes de la primera novela. De esta forma nos encontraremos con Daniel Sempere, protagonista de la sombra del viento y con el pintoresco Fermín Romero de Torres.
Cuando Daniel se encuentra en la librería de su padre en fechas cercanas a la navidad entra un misterioso personaje preguntando por Fermín, al no encontrarle compra un caro ejemplar de el conde de Montecristo y firmándolo se lo deja a Daniel para que se lo dé a su compañero a su regreso. Fermín será el eje central de esta novela. Estamos en 1947 en plena dictadura y Fermín se ve obligado a volver la mirada al pasado para contarle a Daniel su relación con el misterioso individuo. Ambos amigos desentrañarán un misterio que ha estado presente en las tres novelas.
Me ha encantado, me ha gustado mucho. No quiero comparar porque no estaría bien pero debo decir que Zafón en esta novela ha renacido cual ave fénix de sus cenizas. Ha vuelto a hacer vibrar a sus lectores haciendo uso de su mejor narrativa, su estilo sencillo calmado y bello. Vuelve a enredarnos en los líos de sus personajes, vuelve a hacernos cómplices del saber.
En resumen, me ha gustado muchísimo. Si tú lector, estás en la misma situación que estaba yo y no te atreves a leerlo anímate porque vale la pena sin dudarlo.