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La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz

La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz, de Gabriella Saab

En mi segunda Lectura Conjunta de este año, nuevamente gracias a Laky, del blog Libros que hay que leer, he tenido el privilegio de adentrarme en las páginas de «La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz» de Gabriella Saab, publicada por Newton Compton Editores. Desde el comienzo, es evidente el buen gusto de la editorial por las novelas históricas, y esta obra no es una excepción.

La historia nos presenta a María Florkowska, una joven de catorce años con un talento extraordinario para el ajedrez y un corazón lleno de valentía como miembro de la resistencia polaca. María vive una vida normal en Varsovia junto a sus padres y sus hermanos menores hasta que un día, la brutalidad de la guerra se hace presente en su vida de la manera más terrible. En medio de la calle, María es detenida repentinamente, y el miedo que aterrorizaba a la población también alcanza a su familia. La detención de María desencadena una serie de hechos devastadores que llevarán a su familia al campo de trabajo de Auschwitz.

En Auschwitz seremos testigos de escenas humillantes y desgarradoras en las que María va perdiendo su identidad y humanidad poco a poco. La descripción vívida de su transformación, desde una joven con una vida prometedora hasta una prisionera con un traje a rayas y el pelo rapado, es profundamente impactante.

La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz, de Gabriella Saab

El ajedrez y las emociones humanas como escudo en el infierno de Auschwitz

El Largerführer Fritzsch descubre, casi por casualidad, la pasión de María por el ajedrez, lo que eventualmente la salvará de un destino fatal, al menos por un tiempo. María se convierte en su oponente en un juego de ajedrez que se desarrolla en el contexto más inverosímil posible: un campo de concentración nazi. Cada partida es una lucha no solo por la victoria en el tablero, sino por la propia vida de los prisioneros que son puestos frente a ella en el juego en muchas ocasiones.

La novela comienza con una partida de ajedrez en el patio de conteo de Auschwitz en 1945, lo que nos deja saber desde el principio que María sobrevivirá al Holocausto. Sin embargo, el lector se encuentra inmerso en un misterio: ¿cómo lo logrará?, ¿qué obstáculos enfrentará en su camino hacia la supervivencia? La intriga se cierne sobre la narrativa, y es imposible no sentir una profunda conexión con el destino de María.

Esta novela es un testimonio de resiliencia y supervivencia. Gabriella Saab logra crear una narrativa psicológicamente desafiante y emocionalmente impactante. A través de las palabras, somos testigos del sufrimiento de María y de otros prisioneros en Auschwitz, y sentimos la amenaza constante de la muerte que se cierne sobre ellos. Las maldades perpetradas por los nazis en los campos de concentración se presentan de manera vívida y escalofriante, recordándonos la crueldad inimaginable que la humanidad es capaz de infligir a sus semejantes.

Sin embargo, en medio de la oscuridad de Auschwitz, un rayo de esperanza aparece en la forma de un personaje inesperado: Maksymilian Kolbe, un franciscano cuyo destino lo lleva a Auschwitz durante uno de los períodos más oscuros de la historia de la humanidad. Maksymilian Kolbe no es un personaje ficticio, sino una figura histórica real que destacó por su valentía y sacrificio en medio de la barbarie nazi. Fue canonizado en 1982 por su acto heroico en Auschwitz.

María, la protagonista de la historia, se encuentra con el Padre Kolbe poco después de su llegada al campo de concentración. Este encuentro se convierte en un momento crucial en la vida de María y en un faro de esperanza en medio del infierno de Auschwitz. Maksymilian Kolbe, a pesar de las terribles condiciones y el constante peligro al que se enfrenta, se convierte en un apoyo fundamental para María y otros prisioneros.

Las maldades perpetradas por los nazis en los campos de concentración se presentan de manera vívida y escalofriante, recordándonos la crueldad inimaginable que la humanidad es capaz de infligir a sus semejantes.

La presencia del Padre Kolbe en la novela agrega una dimensión adicional de esperanza y fe en un contexto desgarrador. Su carácter altruista y su devoción a los demás prisioneros de Auschwitz resuenan profundamente en la trama y enriquecen la narrativa. Además, su canonización posterior a su muerte en 1982 subraya la importancia de su legado y su influencia duradera en la historia.

La historia del Padre Kolbe es un recordatorio conmovedor de que, incluso en las circunstancias más atroces, la bondad y la compasión humanas pueden brillar. Su presencia en «La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz» es un testimonio de la resistencia y la fortaleza del espíritu humano frente a la adversidad más extrema.

La autora plantea la vida en Auschwitz como un juego de ajedrez, una lucha implacable en la que solo terminará cuando se dé el jaque mate final. La analogía entre el ajedrez y la vida en el campo de concentración agrega profundidad a la narrativa y resalta la importancia de la estrategia y la toma de decisiones en medio de la adversidad.

Lo que hace que «La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz» sea aún más impactante es la exploración del trauma y el shock post traumático en los supervivientes. La novela no solo se sumerge en la lucha por la supervivencia física, sino también en la batalla emocional y psicológica que enfrentan aquellos que sobreviven al horror. Las cicatrices emocionales perduran mucho después de que se haya puesto fin a la pesadilla, y Gabriella Saab aborda esta realidad de manera conmovedora y auténtica.

En resumen…

«La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz» es una obra literaria poderosa y conmovedora que logra transmitir tanto el dolor más abrumador como la esperanza más luminosa. La autora, Gabriella Saab, nos presenta personajes inolvidables que encarnan la fuerza humana en su forma más pura.

A través de estas páginas, el lector es testigo de la importancia de la vida y la lucha por la supervivencia en medio de las circunstancias más desafiantes. Esta novela es un recordatorio de la resiliencia del espíritu humano y una obra que permanecerá en la mente y el corazón del lector mucho después de haberla terminado. Es una contribución significativa a la literatura sobre el Holocausto y una lectura que invita a la reflexión y al recuerdo de uno de los períodos más oscuros de la historia de la humanidad. 

 

Gabriella SaabGabriella Saab (1994, Mobile (Alabama), Estados Unidos) reside en su ciudad natal, Mobile. La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz es su primera novela y, para documentarse, la autora pasó mucho tiempo en Varsovia y en los alrededores de los campos de concentración polacos. Gracias a su trabajo de investigación y a los valiosos testimonios obtenidos, Saab ha logrado dar vida a esta extraordinaria y conmovedora historia.

 

FICHA TÉCNICA

Portada
Título: La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz
Autor: Gabriella Saab
Editorial: Newton Compton Editores
Páginas: 480
Año de edición: 28/08/23
Precio: 12,90€ Cartoné / 5,99€ eBook
ISBN: 9788419620385

Fuente de la imagen de Gabriella Saab: newtoncomptoneditores.com © Janie Long