Los peces solo flotan muertos

«Los peces solo flotan muertos», el cadáver que ha aparecido en el Puerto Olímpico también.

1972, los Juegos Olímpicos de Munich están a la vuelta de la esquina. En el Puerto Olímpico de Barcelona se están preparando para tal evento. Se está llevando a cabo la selección de veleros que irán a los JJOO. Entre estos está el Fortuna, cuyo patrón es el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón.

El inspector Molina será el encargado de llevar a cabo esta investigación. Antiguo militar cuyo último servicio fue en la Guinea española. Algo que aconteció allí hizo que Cristobal Molina tuviera que abandonar la armada por la puerta de atrás. Eso sí, de recuerdo le quedan terribles pesadillas y un atroz asma que en numerosas ocasiones le lleva a las puertas mismas de la muerte.

La víctima, Alberto García Rañe, un tripulante del Blue Spice. Un joven del que se dice que trapicheaba con droga y que le gustaba de más el sexo y las mujeres. Pronto se encuentra al autor, otro joven tripulante amigo de la víctima. Molina no se fía de esta conclusión y sigue haciendo sus pesquisas aunque desde arriba no guste.

La jueza, Marta Esteller, es la encargada del caso. Es la segunda mujer juez de España, con lo cual es mal vista por semejantes, superiores e inferiores en el escalafón de la judicatura. Formará un tándem único con el inspector de policía. Esta mujer, con los ovarios muy grandes, quiere llegar al final de la investigación, caiga en el camino quien tenga que caer.

«Los peces solo flotan muertos» nos lleva a la España de 1972, una España que esconde muchas miserias. Una época que sigue siendo de miedo y en la que sigue habiendo grupúsculos de disidentes. Es la época del coñac y el puro, de la oscuridad y del miedo. Es la España del NODO, de la prensa censurada, de los sobornos y de los castigos. Es la época en la que, para ocultar algo muy grave, rodaban las cabezas. La época del macho ibérico y de la esposa amantísima que cuida a su maridito a pies juntillas, sin preguntar, sin saber.

…nos lleva a la España de 1972, una España que esconde muchas miserias. Una época que sigue siendo de miedo y en la que sigue habiendo grupúsculos de disidentes. Es la época del coñac y el puro, de la oscuridad y del miedo.

«Los peces solo flotan muertos», de José Luis Caballero, es una buena novela que nos traslada a una Barcelona en horas bajas. Las zonas ocupadas por carteristas y prostitutas tienen su rancioso lugar en esta novela. Los barrios burgueses, llenos de señoritos que darán rienda suelta a sus pasiones y secretos más ocultos, bajo la protección del poder.

Estamos ante una novela que nos muestra lo más oscuro de nuestro pasado reciente. Una novela de investigación magnífica con una ambientación extraordinaria que tengo que recomendar porque sí, porque he gozado de buenos ratos con su lectura.

Aquí podéis leer las primeras páginas que ofrece Roca Editorial.

José Luís Caballero es periodista, escritor y guionista, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, especializado en Relaciones Internacionales y servicios secretos. Sus dos Novelas publicadas hasta la fecha, Como lágrimas en la lluvia y Las cartas de Antioquía, le sitúan como un original autor de Novela negra y espionaje. Durante años ha ejercido de redactor y reportero en Mundo Diario y El Correo Catalán, entre otros medios, y es comentarista habitual en Onda Cero y 25 TV. Viajero y alpinista, su dedicación a la política activa durante la transición y otras actividades más inconfesables le han convertido también en protagonista de una época, lo que le ha servido como fuente inagotable de inspiración.

FICHA TÉCNICA

Título:	Los peces solo flotan muertos
Autor/a:	José Luís Caballero
Editorial:	Roca Editorial
Páginas:	224
Año de edición:	01/2020
Precio:	15,90€ Cartoné / 7,99€ eBook
ISBN:	978-84-17968-04-5