Con Que el tiempo nos encuentre, Teresa Viejo nos trae una novela que comienza en los años de la Guerra Civil española. Una época en la que algunos aún tenían fe en España .

Aurora es la hija de Antonia y Vicente, los guardeses de Villa Gialla, propiedad de los señores Vigil de Quiñones. Cuando los padres de la muchachita mueren en trágicas circunstancias, hecho que iremos conociendo a través de flash backs en la novela, ella pasa a ser la niñera de la familia. El terrible momento que se está viviendo en España obliga a nuestra protagonista a abandonar el país acompañando a Hugo y a Berta y a los hijos de estos, de quien Aurora es la cuidadora. En el barco que les llevará hasta México conoceremos a otros personajes que tendrán su importancia  en mayor o menor grado durante la novela. Esta primera parte de la novela es tranquila pero, cuando pisamos tierra mexicana, el ritmo se acelera y los secretos empiezan a aflorar en cada párrafo.

Que el tiempo nos encuentre es una novela en que son demasiados los temas que quiero resaltar, por ejemplo los recibimientos que disfrutaban los españoles exiliados cuando llegaban al puerto de Veracruz. Me cuesta pensar que sentirían esas personas cuando después de estar amontonados como bestias en los barcos, después de haber tenido que salir de su país para salvar el cuello por la puerta de atrás, recibían similares bienvenidas con música, flores, comida… El auge que alcanzó el cine mexicano y todo lo que gira en torno a él también me ha llamado mucho la atención. Esta empresa absorbió a muchos actores y directores españoles que habían tenido que huir a esas tierras y de los cuales demasiados volvieron a verse rechazados por España cuando sus películas llegaron a las salas de cine de la madre patria y sus nombres eran eliminados de los créditos… Claro ejemplo es el de Miguel Morayta, uno de los personajes secundarios de esta novela, un director de cine ciudadrealeño que montó una productora y que en México llegó a dirigir  hasta setenta películas. Tan bien se echó tierra sobre su nombre que, aún siendo de mi provincia, no he sabido nada de él hasta que he leído esta novela.

Teresa Viejo sabe transmitir el dolor del exiliado, el temor de lo desconocido y el glamour del mundo del celuloide. Los personajes están bien dibujados, sabes quien es quien en cada momento. Utiliza tanto personajes ficticios como reales de aquella época entre los que quiero destacar a Tina Jarque, una actriz de la época que jugó a ser espía, o no, ¿quién sabe? pero de la que un día nunca más se supo, se dice que murió en trágicas circunstancias pero nunca hubo confirmación. Un misterio sobre el que me gustaría saber más. Un personaje que bien merece una novela si aún no existe.

Que el tiempo nos encuentre es una novela con muchos saltos en el tiempo y gracias a la narración te sitúas en el momento adecuado y nos informa de las vidas de los diferentes personajes anteriores al momento principal de la narración.

Para terminar decir que sin llamarme demasiado la atención su argumento, Teresa Viejo ha sabido cautivarme con su novela. Se lee bastante bien y te absorbe. Me ha gustado.

En este enlace os podéis descargar un fragmento de la novela de la página oficial.

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