Hoy, 7 de febrero, se cumple el doscientos aniversario del nacimiento del escritor inglés Charles Dickens. Este autor nació en Porstmouth en 1812 y murió en Gadshill en 1870. Su literatura se ha caracterizado siempre  por un pesimismo latente y por las condiciones de vida tan duras de los marginados que suelen poblar sus obras. Según libros y periódicos, este pesimismo es el reflejo de su propia vida cuando, contando sólo con 12 años, se ve obligado a trabajar en el Londres industrial de la época, aquel Londres lleno de insalubridad, infecciones o ratas. Fue poco tiempo el que estuvo trabajando en estas condiciones pero parece ser que fue suficiente para que toda su obra se haya visto impregnada por esta característica. Seguro que si habéis leído novelas como Oliver Twist, David Copperfield o Grandes esperanzas sabréis de lo que hablo. Tambie´n se dejó influenciar por Londres de tal manera que su obra no se puede concebir sin la presencia continua de esta urbe.

Autor de catorce novelas (quince si contamos a la inacabada Edwin Drood) defendió sus derechos sobre su obra como ningún otro autor lo había hecho hasta la fecha. Dickens fue un autor conocido en Estados Unidos, país al que viajó en dos ocasiones después de que su obra hubiera llegado antes que él en forma de entregas en los periódicos. En aquella época, los editores norteamericanos tomaban las obras de autores extranjeros y pagaban nada por los derechos de autor cosa que si hacían con los autores nacionales (esto lo podéis ver muy bien descrito en la obra de Mathew Pearl El último Dickens) . Sus estancias en este país le proporcionaron material de trabajo para varios años.En su última gira por Estados Unidos, donde Dickens hacía lecturas públicas de sus novelas, sufrió numerosos percances de salud debido al exceso de trabajo.

Dickens murió en su casa de Kent a los 58 años de edad. Después de casi 150 años aún nos quedan sus grandes esperanzas o su Cuento de Navidad para sentirlo vivo.