Os invito a leer esta entrevista, que tiene el honor de ser la primera que se publica  con motivo del lanzamiento de Pacto de lealtad, espero que os guste y que la disfrutéis. Para mi, mantener una entrevista con Gonzalo Giner, sigue siendo tan especial como siempre. Desde aquel primer contacto a través de facebook, y que supuso la primera entrevista que hice a un autor en el blog, hasta hoy muchas cosas son las que han cambiado, pero la magia continua. Es una entrevista muy interesante, os lo aseguro.

«Para ponerme a escribir sobre algo,
ha de enamorarme la idea antes.»

Con El jinete del silencio ¿cuántas ediciones se vendieron? ¿Qué expectativas tienes con Pacto de lealtad?
Se vendieron cuatro ediciones y unos 80.000 ejemplares. ¡Qué privilegio estar en las manos de tanta gente…! Sigue emocionándome.
Me gustaría que Pacto de lealtad pudiese atraer a otro público, y no solo al de novela histórica, ya que se trata de un relato más contemporáneo. Y si tuviese que catalogarla, diría que es una novela de aventuras, emoción y mucha acción.

Cuando comenzaste a escribir ¿pensabas que tus novelas iban a llegar a tantos lectores?
Eva, para nada. Empecé a escribir casi como terapia en un momento de elevada tensión laboral. Mi entrada en este mundo fue casual, por eso me siento un gran afortunado. Disfruto tanto escribiendo, pongo tanta pasión en ello que ahora no podría entender la vida sin mis momentos de escritura. Pero todavía me hace más ilusión saber que hay mucha gente que al meterse en mis historias disfrutan, sienten algo especial o sencillamente pasan unos momentos agradables. Es un enorme pago al pequeño esfuerzo que hago…

Ahora estamos viendo series basadas en grandes novelas actuales, ¿ves tus novelas en la pequeña pantalla? ¿Has recibido alguna oferta?
Tuve una oferta para llevar a una serie de televisión “El sanador de caballos”, pero pilló la crisis económica y los productores entendieron que iba a ser una serie demasiado costosa. Lo entiendo, porque el entorno medieval en que se mueve es complejo y trasladarlo en imágenes es caro.
Veremos qué pasa con este nuevo título.
Sé que lo están estudiando…

¿A cuál de tus novelas le tienes más cariño y porque?
Todas tienen algo especial para mí. “La cuarta alianza”, la primera, supuso una gran sorpresa. “El secreto de la logia” fue una cura de humildad porque no funcionó nada bien. Pero entre todas, “El sanador de caballos” fue sin duda la novela que más emociones me ha dado; treinta ediciones son una barbaridad. Tanta gente diciéndote cosas estupendas sobre ella, a veces te llega a sobrepasar. Además, esa novela significó una forma de reconocimiento a mi profesión veterinaria, y un increíble reconocimiento posterior de mis colegas. Una maravillosa locura.
“El jinete del silencio” fue la novela más emotiva que he escrito, y me llenó como ninguna otra. ¿Qué pasará con Pacto de lealtad? Ni idea… Ahora está en manos de los lectores…

Tus novelas, o esta concretamente, ¿surgen cuando se termina la anterior o han estado en tu mente con anterioridad de alguna forma?
Tengo unas cuantas ideas que duermen en el trastero de mi cabeza. Alguna no verá nunca la luz, y otras alimentarán nuevos títulos. En el caso de la que ahora se lanza, surgió poco después de terminar la promoción de la anterior. Para ponerme a escribir sobre algo, ha de enamorarme la idea antes. Y eso sucedió hace algo más de dos años, cuando pensé en el embrión de Pacto de lealtad.

¿A qué edad comenzaste a escribir?
Eva, con 38 años… Un poco tarde, ¿no?
No tengo antecedentes literarios pero sí muchas horas de lectura. Suelo decir que si he sido capaz de escribir, todo el mundo lo puede hacer, porque no tengo ni más genes ni poseo nada especial que me capacite más que otros…
Aunque soy bastante inconsciente. Pienso que esa actitud es necesaria para hacer algo que luego llega a mucha gente.
No hay sueño que no se cumpla si lo persigues con convicción y pones todo tu esfuerzo en ello.

¿Cuánto tiempo has empleado en escribir Pacto de lealtad?
En escribirla dieciséis meses… Como sabes, sigo trabajando como veterinario y he de robarle horas a mi sueño para avanzar. A diferencia de las anteriores, esta me ha llevado muchísimo más tiempo para documentarla. La novela recoge el papel que los perros tuvieron en la Guerra Civil española y los años previos de la Segunda Guerra mundial, y reconozco lo mucho que me ha costado encontrar datos. Además, el hecho de que la trama trascurra en un momento tan próximo al actual te condiciona a ser mucho más estricto. He tenido que empaparme de Guerra Civil para introducir mis personajes en medio de ella, a pesar de que representan esa “tercera España” que sufrió las consecuencias de la fratricida contienda…

En tus dos últimas novelas le das un protagonismo especial a los caballos, en esta ocasión a los perros, ¿por qué?
Me apasionan las relaciones que se producen entre personas y animales, sobre todo en sus diferentes niveles de comunicación. El perro ha sido la especie más próxima al hombre y entre todas la más leal. Cuando me los imaginaba en medio de una guerra, como perros mensajeros, sanitarios, antiminas u otras muchas más funciones que tuvieron que desempeñar, sentía una enorme ternura por ellos. Trabajo con animales, y esa ventana que se abre a diario delante de mis ojos me permite explicar un poco mejor cómo son, y quizá poder trasladarlo después en forma de personajes en mis novelas. Por eso escribo de animales…
Son los olvidados de la Historia. Han sido otras víctimas más de las guerras…

En tus libros, los animales que aparecen como protagonistas, ¿son personajes reales de tu vida? Es decir ¿alguna vez has conocido una yegua tan particular que de ella haya salido Sabba, o un perro tan maravilloso que Campeón sea su reencarnación?
Campeón vive conmigo, se llama Sam. Es mi perro desde hace seis años y ha sido la mejor fuente de inspiración que he tenido. Sam me acompaña todas las tardes en un largo paseo, sabe cómo estoy cada día, no me juzga jamás y además me recibe con una alegría inmensa, y todos los días… ¿Qué más se le puede pedir a un compañero de vida? Todo aquel que tenga una mascota me entenderá. Y disfrutará al leer esta novela, porque recoge esas sensaciones que disfrutamos cada día con ellas.

¿Cabe esperar una segunda o incluso una tercera parte de Pacto de lealtad donde hables de esa guerra que dejas a medias y sobre esa guerra mundial que aún no has comenzado?
No está en mis planes. Hay otra idea que ya ha empezado a atraparme…

En tu novela nos cuentas que los nazis buscaron la raza aria hasta en sus perros, ¿cómo llegó esta noticia a ti?
A través de la lectura de varios documentos históricos. El personaje clave que abanderó esa postura se llamaba Max von Stephanitz. Como presidente de la asociación de criadores del pastor alemán, y reconocido pronazi, Stephanitz propuso y convenció a la cúpula política alemana con esa visión; un noble guerrero alemán ha de ir acompañado de su noble perro alemán, de pura raza… la mejor raza… Como ves, la locura de aquella ideología también alcanzó a los animales.

¿Existió realmente el proyecto Bullenbeiser?
Ese proyecto es una fábula que hago sobre otros proyectos similares que si existieron. Es una idea muy coherente con lo que nos nazis persiguieron entre los años 34 a 39 del pasado siglo.

¿Ciertamente Goëring, además de obras de arte, guardaba también en Carinhall animales imposibles?
Carinhall fue su refugio de caza, lugar de recolección de casi 10.000 obras de arte y destino de los más insólitos entretenimientos. Tenía una enorme maqueta de trenes en miniatura, un león, barcos en escala, y arcos para cazar. Pero además consiguió reintroducir en los bosques de su enorme finca un animal que estaba extinguido; una especie que era mencionada en antiguas leyendas germánicas; el Uro, una especia de bisonte que gracias al trabajo de dos investigadores alemanes consiguió recuperar.
Animo a poner Karinhall en Google y daros una vuelta por sus imágenes… Os sorprenderán.

Gonzalo Giner en un encuentro anterior

En Pacto de lealtad la protagonista es una mujer, y una mujer muy especial. ¿Qué nos puede contar de Zoe?
Bueno, meterse en la piel de una mujer no ha sido tarea fácil.
Pero he de reconocer que es un personaje que me ha terminado atrapando como autor. Zoe es una luchadora, la dueña de Campeón, y un ser valiente, en un tiempo en el que la mujer solo estaba destinada a convertirse en ama de casa y esposa.
En tiempos de la Segunda República la mujer mejoró un poco su anterior estatus, pero nuestra protagonista no se le ocurre otra cosa que ser veterinaria; algo inaudito para aquella época.
Yo creo que es un personaje que os fascinara.

¿Qué hay de real y que de ficción en Pacto de lealtad?
De ficción solo el proyecto Bullenbeisser, lo demás es todo real. Los acontecimientos que se describen sobre la Guerra Civil, las tareas de espionaje, y el uso que se le dio a los perros son completamente verídicos y en mi opinión apasionantes.

¿Qué te cuesta más escribir la novela o promocionarla? ¿Tienes ya planteado lo que queda de año con promociones? ¿Puedes darnos algunas fechas?
Sin duda es más complejo escribirla. Me tomo la promoción como una maravillosa oportunidad de exponer en público lo que he realizado en privado. No me cuesta. Estaré firmando en la Feria del Libro de Madrid los tres fines de semana, y en cuanto a las próximas citas, estaré en Valladolid el 2 de junio, en Salamanca el 3, en la Feria del libro de Burgos el 6, el 9 en Bilbao y el 11 en Valencia. El 14 en Banyeres, Alicante… el 17 en Avila… Y todavía tengo que encajar Zaragoza y Sevilla, Zamora… En fin, un mes animadillo.

¿Quieres decir algo a los lectores para animarles a que no duden leer tu novela?
Hace unos días, en una reunión que mantuve con una gran parte de los vendedores de las librerías de El Corte Inglés, me dijeron que cuando habían recomendado alguna de mis novelas a sus clientes, ninguno se había quedado defraudado. Yo creo que Pacto de lealtad tampoco va a defraudar. Animo a todos los lectores que quieran disfrutar de un relato lleno de aventuras, acción trepidante, en un contexto donde los animales juegan un papel esencial se animen a leerla.

Gonzalo Giner

1962, Madrid, España

Logró el éxito literario con El sanador de caballos, en 2008, que alcanzó cotas de crítica y público muy elevadas, convirtiéndole en un autor de renombre y su obra en un referente dentro de la literatura popular. Veterinario de profesión, con aquel título quiso investigar el inicio de su oficio y vocación.
Con su siguiente novela, El jinete del silencio (2011), Giner nos descubrió los antecedentes de la creación de la raza española de caballos durante el siglo XVI. En Pacto de lealtad (2014), en cambio, el autor dio un salto en su producción literaria. Pergeñó una novela minuciosamente documentada para narrar, por vez primera, la participación de los perros en dos de las guerras más sangrientas del pasado siglo XX: la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil. Ha publicado también Las ventanas del cielo (2017) y fue ganador del Premio de Novela Fernando Lara 2020 con La bruma verde.
También se ha adentrado en el campo de la no ficción con uno de sus trabajos más personales, un anecdotario colectivo sobre lo que supone el ser veterinario.
La sombra de los sueños es su nueva novela.

Fuente de la imagen de Gonzalo Giner: planetadelibros.com © Vanessa Gómez

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