Cuando vi esta novela, no dudé que tenía que leerla: una mujer a la que no le importaba el qué dirán y que busca continuamente su derecho de ser libre. «La cartera» de Francesca Giannone no me ha defraudado en absoluto.

La novela se centra por completo en el personaje de Anna, una mujer que llegó en 1934 a Salento, un pueblo del sur de Italia, acompañando a su marido que era de allí y con su pequeño hijo. Carlo, el marido, llega feliz a su tierra natal; ella, preocupada por lo que le espera en ese pequeño pueblo con mentalidad tan diferente a la suya.

La novela se desarrolla entre los años 1934 y 1961. Ana es una mujer que no entra dentro de las normas de la época sobre cómo debería ser una fémina en aquellos tiempos: atea, independiente, emancipada… Por ello cuando entra en el concurso de una plaza de cartera con el servicio postal italiano es criticada por unos y ninguneada por otros. Poco a poco será respetada por casi todos, aunque siempre será «la extranjera del norte» pero formará parte de la comunidad.

Cuando Anna consigue el puesto de cartera recorrerá muchos kilómetros, primero andando y luego en su bicicleta. Entregará postales que van a ser devueltas, otras con mensajes secretos de amor, cartas que hablan de guerra… Así, nuestra protagonista establecerá relaciones muy importantes con muchos de los habitantes del pueblo.

Uno de los puntos fuertes de la obra es el desarrollo de los personajes. Anna es una protagonista que destaca por su fortaleza y ternura a partes iguales y, a través de sus ojos conoceremos un universo de personajes secundarios llenos de vida, como por ejemplo: a Carlo, el esposo de Ana, un hombre que es un emprendedor y del que se enamoró porque era un hombre bueno pero, a su llegada a Salento, su personalidad sufrirá un cambio; a Antonio que es su cuñado, el único que va a comprender y a apoyar a Anna en los primeros momentos; su cuñada, que sin odiarla no deja de criticarla; su pequeño hijo al que veremos crecer a lo largo de la novela o su sobrina Lorenza. También cabe destacar a Giovanna «la loca»,  una mujer que es criticada por todos y que, sin embargo, Ana convierte en su mejor amiga.

Son más los personajes, pero es mejor que los descubráis vosotros mismos. Sus historias particulares nos hablan de amor, dolor, maltrato, resistencia y sacrificio, recordándonos la importancia de las relaciones humanas y el poder de la comunicación en aquella época donde las cartas eran la única forma de poder transmitir los sentimientos en la distancia.

Uno de los puntos fuertes de la obra es el desarrollo de los personajes. Anna es una protagonista que destaca por su fortaleza y ternura a partes iguales …

«La cartera» es una novela de sentimientos, sentimientos entre padres e hijos, amantes, amigos… Es una novela muy hermosa y muy bien narrada. La autora escribe una historia conmovedora y llena de emociones. Es una historia entrañable y llena de humanidad.

La narración está marcada por el choque entre la modernidad y la tradición en un tiempo en que las mujeres tenían que luchar por un espacio de respeto y autonomía.

La autora logra un ritmo pausado pero que seduce al lector ya que nos invita a disfrutar de los detalles cotidianos, de las miradas cómplices, de los secretos, de los silencios… Como la protagonista hace el pesto para relajarse, es todo un acierto. 

En resumen…

Esta es una historia conmovedora, sobre el poder de las pequeñas cosas, sobre la fuerza de las mujeres a las que les importa muy poco las críticas de los demás y sobre lo hermoso de la comunicación escrita en aquella época. Francesca Giannone nos regala una novela que es tanto un canto a la vida como a la solidaridad y al amor en todas sus formas y nos hace reflexionar sobre la importancia de comunicarse.

Creo que se nota que «La cartera» me ha encantado. Es una maravilla que os recomiendo leer por qué es simplemente, bonita, profunda y llena de emociones.

Publicada por Duomo, en este enlace de su web podéis leer un extracto de la novela.

 

 

Fuente de la imagen de Francesca Giannone: duomoediciones.com

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