«Ilión» es el nombre de Troya, la mítica ciudad que aparece en la «Ilíada» y donde se narra la gran guerra que enfrentó a aqueos y troyanos, en un principio por culpa del rapto de Helena de Esparta por parte de Paris, hijo del rey Príamo de Troya.

¿Una mujer fue la causa de una guerra que duró 10 años? ¿Qué ha hecho que los hombres sigan, como si fueran ciegos, a lideres que sólo luchaban por sus propios intereses? ¿Por qué la gloria y el oro han causado tantos muertos a lo largo de nuestra historia?

Mario Villén narra, de una forma brutal, la guerra de Troya. «Ilión» comienza con el final de los diez años que una profecía había marcado. Tras estos años de asedio silencioso, Troya caería en manos de la coalición de ejércitos aqueos liderados por el rey de Micenas y hermano del marido engañado de Helena de Esparta, luego Troya, Agamenón. Este comanda con gran liderazgo y eficacia el ejército formado por Esparta, Rodas, Argos, Micenas, Atenas o Corintio entre otros. Entre los héroes de este ejército es necesario nombrar a grandes guerreros que todos tenemos en mente como el bravo Aquiles, Ulises, Áyax el grande, el sangriento Diomedes, Néstor o Patroclo, el inseparable compañero de Aquiles.

Distribuida en pocos y largos capítulos, «Ilión» tiene una narración ágil y apasionada. Mario Villén ha sabido escribir una trama complicada, con numerosos personajes, de una forma que absorbe al lector. Salta de un frente a otro tan ligero como el vuelo de una pluma. Ha sabido tejer, con hilos de oro como los de Ariadna, una novela que, aun corriendo el riesgo de tener la misma temática que la «Ilíada», se ha separado lo suficiente de ella para escribir una gran historia, una novela que instruye al lector al mismo tiempo que le atrapa en sus redes.

Personajes míticos que disfrutaremos en la novela

Han pasado los diez años que la profecía marcó para conquistar Troya. Años atrás, Paris fue encabezando una embajada del rey Príamo de Troya hasta Micenas. Allí quedó prendado de la esposa de Menelao, Helena, y la raptó llevándosela a Troya. En su retorno hizo alguna maldad más, haciéndose así con no pocos enemigos.

De esta forma, Agamenón formó un gran ejército en el que se hallaban guerreros de todo el Peloponeso. Quizás no fuera solo la hembra lo que los machos se disputaban. Troya tenía acceso directo al mar y comerciaba con cobre y oro, una fuente de ingreso que alguno anhelaba para sí mismo. Con la promesa de un gran saqueo de oro y mujeres para esclavizar fueron muchos los que siguieron a Agamenón.

Ellos se enfrentaron al rey Príamo y a los príncipes, sus hijos. Personajes míticos que Mario Villén ha perfilado con un gran realismo. Desde Héctor (personaje que me tiene enamorada desde que vi a Eric Bana en la larguísima y pesada película de Troya) líder de los troyanos que encabeza su ejército en una guerra que él no quería. Su opción, devolver a Helena a Melenao, no tuvo la aceptación necesaria y tuvo que dirigir a la muerte a muchos hombres. Mientras, su hermano Paris se ha convertido en un indeseable borracho y putero. También conoceremos a Licaón, el liberado, que había sido vendido como esclavo y posteriormente convertido en hombre libre lo que hizo que volviera a Troya. Heleno, sacerdote de Apolo y con artes adivinatorias. además, destacan Deífobo, joven irreflexivo que se verá encumbrado al poder por las circunstancias que le tocaron vivir y Casandra, un personaje muy importante, aunque nadie le diera el interés que merecía. Ella, hermana gemela de Heleno, también sufría el don de Apolo, aquel que le hacía ver lo que iba a suceder. Una desquiciada para su familia pero la única sabedora de todo lo que iba a deparar a Troya y a sus habitantes. Personajes muy diferentes entre sí que sin embargo forman un todo en la novela y que gozan de un tratamiento de excelencia por parte del autor.

(…) «Ilión» tiene una narración ágil y apasionada. Mario Villén ha sabido escribir una trama complicada, con numerosos personajes, de una forma que absorbe al lector. Salta de un frente a otro tan ligero como el vuelo de una pluma.

Ilión sobre el terreno

Troya estaba situada entre los ríos Escamandro y Simois, con un acceso ideal al Mar Oscuro (mar Negro), lo que les permitía mercadear con otros pueblos. Un mapa de la zona que incluyo bajo estas líneas y que aparece en la primera página de la novela nos permite situarnos en el espacio y su lectura nos transporta, con facilidad, a la Gran Llanura en la que se lucha y en la que los cuerpos caen unos sobre otros y son pisoteados un día sí y al siguiente también. Un lugar donde el olor a sangre nos corroe el estómago y donde los lamentos te arañan el alma. También llegaremos al campamento de los aqueos, donde se reúnen para planificar el siguiente paso para el ataque, donde beben y cazan, fornican y entierran a sus muertos. Por supuesto el palacio de Príamo también será uno de los escenarios en los que nos veremos inmersos. Tras las murallas de Troya se esconde una Helena odiosa, insoportable. Un personaje aficionado al sexo en demasía y que no dudará en hacer algo terrible para salvar su pellejo. El palacio es el lugar donde se llora a cada hijo caído en el campo de batalla, se hacen libaciones y banquetes para mandar su alma al Hades y donde un manto se está tejiendo desde que comenzó la guerra.

En resumen…

El caballo de Troya, que es lo que más nos puede sonar a todos nosotros, es lo que menos importancia tiene en la novela. Mario se ha ocupado de las batallas, numerosas y potentes; de las personas, con sus sueños, miedos y sentimientos, y de la historia en un espectro más grande que solamente la historia del caballo.

Mario Villén ha sabido trasladar a nuestros días la trama de la famosa «Ilíada», obra infumable en mi antiguo BUP y que sin embargo me ha enamorado en «Ilión». Ha conseguido escribir una novela muy complicada de una forma ágil. Ha sabido convencernos de seguir leyendo y de que no nos aburramos. «Ilión» es una novela imprescindible para todo amante de la cultura griega y para todo fan de la novela histórica.

Como habéis visto, me ha gustado mucho. Es una novela con mucha fuerza que me ha mantenido pegada a sus páginas de principio a fin.

«Ilión» estará en lo más alto de mi lista de los mejores libros que he leído este año. Es una novela redonda que lo tiene todo para ser disfrutada.

Podemos leer un fragmento de la novela en este enlace de la página de Edhasa.

 

 

Fuente de la imagen de Mario Villén Lucena: redes sociales del autor.

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