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Presentando escritores: Carlos Arroyo Cobos

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Llamadme Carlos Arroyo Cobos. Hace cinco años, con poco o ningún tiempo libre para dedicar a la escritura y mil ideas dando tumbos por mi cabeza, decidí ahuyentar la melancolía contando historias y descubrirme a mí mismo y a los demás partes de mí que no conocía aún.

Carlos Arroyo CobosDesde entonces, cada vez que me he sorprendido con la mirada perdida en el atardecer que se asoma a mi ventana, con el cristalino empañado o con gotitas de nostalgia derramadas involuntariamente ante el paisaje y la baja moral que domina en la sociedad en la que vivo busco una válvula de escape para no reventar completamente en el momento menos conveniente y tirar de los bigotes a los viandantes; entonces comprendo que es la hora de escribir un relato. Así se crean todas mis historias, como mi alternativa a la camisa de fuerza y el prozac.

«Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto tiempo exactamente-, con muy poco o ningún dinero en el bolsillo y sin nada en tierra que me interesara, creí que podría ir a navegar por ahí y ver la parte acuática del mundo. Es mi modo de ahuyentar la melancolía y regular la circulación. Cada vez que me sorprendo con una expresión de tristeza en la boca que va en aumento; cada vez que un húmedo noviembre de lloviznas anida en mi alma; cada vez que me descubro deteniéndome involuntariamente ante las tiendas de ataúdes, y siguiendo a cualquier funeral con que me encuentro; y especialmente si la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un sólidoprincipio moral para no salir a la calle y derribar metódicamente los sombreros de los transeúntes, entonces, comprendo que ha llegado la hora de hacerme a la mar cuanto antes. Éste es mi sustituto para la pistola y la bala.»

HERMAN MELVILLE

Carlos Arroyo Cobos

Sobre el libro:

El adolescente que lloraba con las películas de kárate se ha publicado con la editorial Endymion.

Es una novela corta que en papel apenas alcanza las ochenta páginas ambientada en una ciudad dormitorio del sur de Madrid durante unas vacaciones de verano en los años ochenta. Unos niños viven durante esos días su transición a la madurez de la única manera que enseña la vida, a golpes.

En el texto se habla de amistad, amor, desamor, relaciones entre padres e hijos, inocencia perdida, la traición y el dolor que les forjarán su personalidad. Todo con un lenguaje cercano y fácil que consigue que te la leas de un tirón. La obra consta de once capítulos que comienzan con el día en que recogen las notas en su último año de colegio hasta el final del verano.

El adolescente que lloraba con las películas de kárateEl protagonista, del que no se llega a conocer el nombre y que podíamos ser cualquiera de los que vivimos esa época, es un adolescente con reacciones e ideas a veces infantiles y otras, casi, adultas. Él busca su lugar en el mundo, al menos, en su entorno. Un paisaje urbano, una ciudad dormitorio de los años ochenta en el sur de Madrid. Es, por tanto, una novela de aprendizaje. El narrador en primera persona, ese protagonista sin nombre, nos guía por ese mundo que está a un paso de la época actual y que, sin embargo, nos parece tan lejano. Él no es guapo, ni valiente ni destaca por cualidad alguna pero gana credibilidad precisamente porque te puedes identificar con un niño que tiene miedos, problemas y complejos que no nos resultarán ajenos. Ingenuo muy a menudo, es a veces tremendamente irónico.

La ambientación de este verano, puente entre la infancia y la madurez, está recreada con infinidad de detalles y referencia a momentos de la televisión, la música, el cine y la moda de esos años sin llegar a aclarar explícitamente en qué año se desarrolla la acción.

Es posible leer la sinopsis, el prólogo y un capítulo que están colgados en Wattpad.

La novela está disponible en papel en cualquier librería por 9€ y en formato electrónico a través de Amazon por 1,99€ pinchando aquí .


Habitualmente me llegan muchas peticiones de nuevos autores, otros bastante desconocidos a pesar de su bagaje, jóvenes talentos… todos me piden si puedo leer sus novelas y reseñarlas. Dada mi falta de tiempo, mis gustos literarios y compromisos diversos no suele ser posible y por eso me he propuesto abrir esta tribuna, como apoyo a todos esos autores. Un sitio donde serán ellos quienes os hablen directamente y os cuenten lo que deseen, sin trabas ni censuras.
Si quiero decir que del contenido de estos artículos no me hago responsable ni mi opinión está reflejada en ellos, yo solo presto un pequeño espacio en blanco en la red para que los conozcáis de primera mano.

Eva Martín

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